martes, 17 de enero de 2012

Buenas tardes!

Luego de unos turbulentos días femeninos en donde mi humor bailaba al son de las hormonas, vuelvo a tener la suficiente irrigación sanguínea en el cerebro como para poder retomar la comunicación con ustedes.
El otro día vi la película comer, rezar, amar. Realmente una excelente película.Muy profunda y muy real.
Me dejó pensando y rumiando las muchas enseñanzas que deja.
Me identifiqué mucho con esas tres palabras:

"Comer": la comida es una parte de  mi vida que me acompaña desde siempre. Desde chica que ella es protagonista de placer y angustia, de festejos y velorios, de orgullo y vergüenza.
Es la bolsa de piedras que cargo desde hace muchos años. Es una enfermedad que me mata la autoestima y que no me permite disfrutar de muchas cosas.
La mayoría de las personas no entienden esto y caen en la burla y hasta en el rechazo.
Lamentablemente no sólo les pasa esto a desconocidos sino a personas que me acompañan en esto desde chica y que supuesta mente deberían entender y ayudar.
Cambiarme en nombre por "la gorda" demuestra claramente que no tienen idea la humillación profunda que se siente, (prefiero pensar que no tienen idea sino sería demasiado doloroso).
¿Por qué nadie burla a una persona diabética diciéndole "la diabética" o a una persona con "cáncer" diciéndole "el canceroso"?
Sería demasiado cruel y no aceptado por la sociedad en cambio "la gorda" es, hasta gracioso.

"Rezar": La espiritualidad forma parte de mi vida también desde siempre, desde chica aprendí a amar a Dios y a la Virgen con devota lealtad.
Puedo sentir y ver su amor en mi vida y ese es un gran don que, lamentablemente, no todos tienen.
Tengo la dicha de tener la alegría como forma de vida y, a pesar de haber pasado situaciones dolorosas, mi alma siempre supo que todo iba a estar bien.
Para mi ser optimista, alegre y permitirme ser feliz es mi forma de rezar.
Dios está en mí y me ama. Saberlo y expresarlo es mi rezo.
Rezar es saberse limitado y ser lo suficientemente valiente para pedir ayuda.

"Amar": amar es honrar la vida, amar no es lo mismo que poseer.
Amo a mi familia, la amo profundamente.
El problema es que dicen que para amar a los demás primero se tiene que amar uno mismo.
Dios dijo:"Amarás a tu prójimo como a tí mismo"

Desafío de hoy: Mirarme a un espejo, uno que me permita ver realmente como soy, no sólo físicamente.
Aprender a respetarme y amarme así, tal cual soy, sin querer constantemente cambiarme por o que los demás quieren amar de mí.
Aprender que SOY ANDREA, no "la gorda".







No hay comentarios:

Publicar un comentario