lunes, 2 de enero de 2012

Desafío día 3

Si el reloj indica que son las 12:34 ya es día tres aunque, al no dormir todavía, parece la continuación del día 2.
Después de las explicaciones tan absurdas como reales paso a compartirles una nueva inquietud que mi mente alocada me regala esta madrugada: ¿Por qué necesito estar constantemente haciendo algo? ¿Por qué estar de vacaciones me pone más ansiosa?
Miro a mi alrededor y encuentro montones de cosas para "aprovechar" el tiempo, hojas del cole para reorganizar, libros para leer, desorden para ordenar y hasta cosas que limpiar. Sin embargo no proceso la información y expreso "qué embole".
Tal vez no sienta deseos de estar relajada simplemente, sin culpa, sin mirar alrededor porque eso implicaría mirar hacia adentro. ¡Oh Dios! Eso sería tremendo. Es mas fácil cuando la rutina y obligaciones hacen que mi vida sea una confortable sucesión de días iguales sin porqués ni paraqués.
La ecuación es simple: tengo la obligación de hacerlo y lo hago. ¿Y si nada ni nadie me obliga? ¿Si no tengo una guía clara de los pasos a seguir, horarios estipulados rigurosamente?
La vida es lo que nos pasa cuando estamos ocupados en otras cosas, decía John Lennon. ¡Qué razón tuvo!
Entonces llego a la conclusión que el desafío de hoy será responder a la siguiente pregunta: ¿Si vivo ocupada en otras cosas todo el año, dónde está mi vida?
Me molesta que aparezca en el desconcierto de la nada, en el silencio de indicaciones, en el descanso y desacelere.
Ahí aparece toda contenta, casi sin uso, mirándome con cara de ¿Y?¿Qué vas a hacer ahora conmigo?¿Cómo vas a lograr ignorarme como el resto del año?
Le respondí la sonrisa, (la educación es un valor importante), y le pregunté ¿Venís con un manual de instrucciones?
Su risa me inquietó, creo que no, no tiene.
Veremos que hacemos.
Respiro profundo y me sumerjo en esta aventura. ¡Voy a vivir!

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